En Moscú, en medio del frío y de un mundo cada vez más cerrado por las sanciones, la industria armamentística rusa sigue latiendo con fuerza. En su vigésimo quinto aniversario, la corporación estatal Rostec, considerada el corazón tecnológico del complejo militar del Kremlin, ha aprobado una nueva estrategia de desarrollo hasta 2036. El objetivo es ambicioso: mantener a Rusia como el segundo exportador mundial de armas , a pesar de la competencia creciente y la presión internacional derivada de la guerra de Ucrania.
El director ejecutivo de la compañía, Oleg Ievtushenko , explicó que el nuevo plan a largo plazo pretende consolidar la presencia global de Rostec y reforzar el papel de Rusia en el mercado armamentístico. “La compleja situación internacional y la presión de nuestros com

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