Hay personas que en este mismo instante están luchando contra una oscuridad que no se ve, personas que se levantan cada mañana sintiendo que ya no pueden más, que el dolor es demasiado grande, que nadie lo entendería. Para todas ellas, y para quienes las rodean sin saber cómo ayudar, el Papa León XIV ha dedicado su intención de oración de noviembre con un mensaje tan directo como necesario: "Oremos para que las personas que están combatiendo con pensamientos suicidas encuentren en su comunidad el apoyo, el cuidado y el amor que necesitan y se abran a la belleza de la vida".

El Pontífice habla de algo que muchos callan por vergüenza o miedo: que todos, incluso los creyentes, "somos vulnerables a la tristeza sin esperanza ". Reconocer esto es revolucionario. Durante siglos, la Igl

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