Mientras millones celebran que México sea sede de la Copa Mundial de la FIFA por tercera vez, familias enteras de vendedores ambulantes observan con preocupación cómo las festividades futbolísticas amenazan su fuente de ingresos de toda la vida. Ciudad de México, (ADN/Sofia Miselem/AFP) – Desde su puesto de ramen en Ciudad de México, el japonés Satoru Hasuike sueña con que el Mundial 2026 propulse su negocio, pero familias enteras dedicadas a la comida callejera ven angustiadas cómo la fiesta futbolística amenaza su sustento ante una inminente reubicación.

Ingrediente imprescindible de la capital mexicana y uno de sus grandes atractivos para los visitantes extranjeros, la comida a pie de calle es la máxima expresión de la economía informal que en esta megaurbe emplea, según cifras ofici

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