Los videos de seguridad han sido cruciales en la judicialización de los implicados en el asesinato de Jaime Esteban Moreno, un estudiante de la Universidad de Los Andes, ocurrido el 1 de noviembre en Chapinero, Bogotá. Las grabaciones muestran los momentos previos y posteriores al ataque, revelando detalles que han llamado la atención de los investigadores. En las imágenes, se observa a una mujer haciendo un gesto con su mano, que podría interpretarse como la representación de un arma. Este gesto se produce justo antes de que aparezca en escena el hombre que fue capturado. La Fiscalía ha recopilado testimonios de testigos que estaban presentes en el establecimiento nocturno donde comenzó la persecución de Moreno. Un amigo de la víctima relató: “Siendo aproximadamente las 3:20, estábamos en la discoteca Before Club. Al salir, íbamos caminando hacia el Oxxo en la calle 64, cuando un sujeto con el rostro pintado de rojo y negro, sin camisa y con pantalón negro, le propinó un puño a mi amigo por detrás, golpeándolo en la nuca. Mi amigo cayó al piso.” El video que muestra el gesto de la mujer es parte de las pruebas recuperadas en el club nocturno. Estas grabaciones evidencian cómo, tras salir de la discoteca, Moreno fue perseguido y atacado en dos ocasiones, siendo la última de ellas fatal, cuando un fuerte empujón lo arrojó al suelo. El testigo también mencionó: “Era él, ese era el de la discoteca. Me interponía entre mi amigo y estas personas para evitar que lo siguieran agrediendo. Les dije: yo no sé qué pasó entre ustedes dos, yo recién me veo con mi amigo y nos vamos a ir. El de la cara pintada de rojo nos dijo: ‘Desaparézcanse de mi vista o los voy a cascar’.” Los investigadores están analizando minuciosamente los videos de seguridad, que documentan minuto a minuto lo sucedido el 1 de noviembre en Chapinero. En las grabaciones, se identifica a un hombre que, según las autoridades, sería responsable del empujón que llevó a la caída violenta de Moreno. Este individuo es buscado por las autoridades para que responda por las mismas acciones que se le imputan al capturado en flagrancia.