Bahar ha entrado en la habitación de Umay para hablar con ella, después de que su hermano, Uras, la atacara en la cena. La joven, a la defensiva, le ha advertido: "Si vas a defender a Uras, ahórratelo".

Pero Bahar no ha ido a defender a nadie. Ha ido a compartir su dolor. Le ha contado a su hija la historia de la muerte de su propio padre: "Nunca le perdoné lo que nos hizo a la abuela y a mí. Ni siquiera lloré cuando falleció".

Bahar le ha confesado que, meses después de su muerte, el dolor llegó por sorpresa al ver un pez que había pescado: "Empecé a llorar, Umay. Fue como una crisis nerviosa". Con esta dura confesión, Bahar le ha explicado la verdad del duelo: cuando perdemos a alguien, también perdemos el equilibrio.

Bahar ha explicado que todos reaccionan de forma distinta, pero ha

See Full Page