El Fiscal General del Estado, el acusado, cubierto con su toga, se sienta en el estrado que corresponde a los miembros de la Abogacía del Estado, que llevan su defensa. Junto a ellos, los fiscales, dedicados a fondo a tratar de echar tierra a los testimonios que cuestionan el comportamiento del fiscal general, su jefe supremo. Entre los testigos, miembros de la Fiscalía madrileña que ofrecen versiones contradictorias sobre el comportamiento de Álvaro García Ortiz cuando “descubrió” que el novio de Isabel Ayuso buscaba un acuerdo de conformidad con Hacienda, que le podía condenar a una importante multa o a algo aún más grave. Acuerdo de conformidad que Hacienda vive todos los días, y sus responsables saben que deben actuar con total discreción pues de no hacerlo pueden ser sancionados por i
Imposible no sentir vergüenza
Málaga Hoy4 hrs ago
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