Sin pruebas no hay delito, o al menos eso es lo que los fujimoristas parecen querer que todos creamos a la fuerza tras el escándalo por el uso de una cámara del Congreso en el mitin de Keiko Fujimori. Luego de que sus congresistas intentaran justificar lo injustificable con argumentos dignos de memes para la historia peruana —entre ellos Patricia Juárez—, la lideresa del partido ha preferido mantenerse en absoluto silencio.

Su vicepresidente, Miki Torres, optó por fingir demencia y llenar sus redes con publicaciones sobre cualquier otro tema. Mientras tanto, Fuerza Popular parece haber encontrado la “solución” más práctica: eliminar la transmisión oficial del mitin y así fingir que nunca pasó nada. El detalle es que esa cámara habría sido usada precisamente para garantizar que el nada sor

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