La agresión a la Presidenta Claudia Sheinbaum, prende las alarmas en la seguridad, porque si alguien puede acercarse tanto su vida pende de un hilo. En esto no hay causalidades ni perdón ni olvido.

El riesgo es inminente y el descuido de sus protectores debe tener una sanción y una explicación convincente.

Se pudo tratar del ensayo general de un atentado que, al parecer no está dentro de las precauciones que debe tomar su equipo de seguridad.

Puede tratarse de un atentado o una agresión mayor, o bien la provocación de una represión que busca la derecha desde hace muchos años.

De haberse tomado medidas más severas el acosador pudo ser blanco de disparos en otros tiempos.

Durante su recorrido a pie, de Palacio Nacional a la SEP, un hombre se le acercó, intentó besarla en el cuello y lue

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