El Granada CF terminó con diez jugadores el partido jugado el lunes ante el Valladolid en el Estadio José Zorrilla, donde además perdió por 2-1 pese a haberse adelantado en el primer tiempo en el marcador.

El lateral Hormigos entró en la provocación de Iván Alejo, jugador local que le dio un beso tras un roce entre ambos, y respondió propinándole un golpe que le costó la roja en el tiempo añadido del choque.

La jugada levantó polémica. Primero porque estuvo mal arbitrada ya que Iván Alejo también tenía que haber sido expulsado ya que ese beso es una provocación tipificada en el reglamento también con expulsión. Después porque el polémico lateral pucelano se mofó de Hormigos y presumió de su acción en declaraciones radiofónicas, lo que ha derivado en un gran enfado en el granadinism

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