Australia se ha embarcado en uno de los proyectos de defensa más ambiciosos de su historia reciente: la construcción de su propia flota de submarinos de propulsión nuclear. Se trata de una colosal empresa industrial que busca reforzar la soberanía nacional y que se materializará en los astilleros de Australia del Sur. La gestión de este programa recaerá sobre los hombros del gigante británico BAE Systems y la compañía local ASC, que supervisarán cómo la flota será construida en el país desde la primera hasta la última pieza. Esta inversión sin precedentes responde a un entorno de seguridad global cada vez más complejo, donde figuras clave del sector de defensa alertan sobre la posibilidad de .

De hecho, estos futuros sumergibles, bautizados como SSN-AUKUS, son el resultado de un pacto d

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