Los individuos y las familias, amén de su intención de voto, siguen apostando al dólar más allá de las bondades del programa económico libertario. En los primeros tres trimestres el sector privado no financiero se llevó a colchones, cajas de seguridad, depósitos, etc. más que el superávit comercial cambiario.

A la luz de los acontecimientos, y si bien el Gobierno libertario considera que todo marcha sobre rieles, el famoso “TMAP”, lo cierto es que el apetito de los argentinos por los dólares no lo detiene nadie y ni nada. Es más, pareciera que los individuos y las familias le creyeron al presidente Javier Milei de que se venía la dolarización, y han estado actuando en consecuencia. Por eso no extraña que, ya sin restricciones cambiarias para las personas físicas, en la era Milei los indiv

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