Un poder que olvidó su propósito

Desde 1991, cuando se instauró la elección popular de alcaldes y gobernadores, el Cauca parecía encaminado hacia la autonomía y el desarrollo. Sin embargo, el sueño democrático se transformó en pesadilla. Tres décadas después, el departamento continúa sumido en el abandono, la pobreza y la desigualdad.

Según el columnista James Ruiz, en su texto “Del pueblo al poder… y del poder al abandono”, los mismos discursos de cambio se han convertido en disfraces de un sistema político que perpetúa el clientelismo y las redes de favores. La Gobernación del Cauca, afirma, se convirtió en un “directorio electoral” donde el mérito técnico fue reemplazado por la lealtad política.

Ruiz señala directamente al exgobernador y actual senador Temístocles Ortega, a quien atr

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