El número de espermatozoides en los hombres se ha reducido a la mitad en apenas cincuenta años. Esta es la alarmante conclusión de un nuevo informe de la Alianza de Salud y Medio Ambiente (HEAL, por sus siglas en inglés), que advierte de que la contaminación química y la exposición continua a disruptores endocrinos están detrás del deterioro global de la fertilidad masculina.

Los investigadores vinculan este fenómeno con la presencia constante de compuestos tóxicos en el entorno cotidiano: el aire, el agua, los alimentos, los productos de higiene o incluso el polvo doméstico. “La infertilidad masculina se ha vuelto generalizada”, advierte el documento, que insta a la Unión Europea a integrar protecciones sanitarias más estrictas en la futura revisión del reglamento REACH, la norma que re

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