El valle del Oza, en la comarca de El Bierzo (León), atraviesa un momento crítico. Tras los recientes incendios forestales que arrasaron vegetación en las laderas de los montes que alimentan el cauce, el río Oza está registrando un alarmante aumento de turbiedad. Tras las intensas lluvias de estos últimos días, sus aguas bajan estos días con un tono gris ceniza, fruto del arrastre de restos orgánicos y ceniza. Como se puede ver en un vídeo compartido por una vecina, el agua baja "como chocolate", apuntan vecinos del valle en redes sociales ante esta situación crítica y dañina para el medio ambiente. El desencadenante es claro: las llamas eliminaron la cobertura vegetal de grandes extensiones en el valle, dejando el suelo expuesto. Al producirse lluvias (incluso moderadas) los sedimentos, c

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