El horizonte político de Nueva York ha experimentado un quiebre histórico e inevitable. Tras desmantelar lo que denominó «una dinastía política», el alcalde electo Zohran Mamdani ha emergido como una figura dispuesta a romper con el modelo explotador desde el corazón mismo del capitalismo global. Su discurso de victoria celebra el triunfo de un movimiento construido desde las bases trabajadoras, demostrando que la esperanza colectiva puede vencer al cinismo predominante. Con más de 100.000 voluntarios movilizados y un millón de votos, la campaña es un mandato claro para el cambio radical.

«Hemos aguantado la respiración durante más tiempo del que podemos recordar», manifestó ante una multitud eufórica. «Gracias a todos los que se han sacrificado tanto. Estamos respirando el aire de una ci

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