El FC Barcelona no encuentra su rumbo lejos de Montjuïc. El equipo dirigido por Hansi Flick encadena ya tres encuentros consecutivos sin conocer la victoria a domicilio , sumando compromisos tanto de LaLiga como de la Champions League . El empate 3-3 en Brujas , en un partido lleno de altibajos, ha confirmado un patrón preocupante: los azulgranas no consiguen mantener la solidez ni la eficacia cuando salen de casa.
Un bache prolongado y alarmante
Desde la victoria ante el Oviedo el pasado 25 de septiembre , el Barça no ha vuelto a celebrar una victoria como visitante. Aquel encuentro fue el último rastro de consistencia fuera de la Ciudad Condal. Desde entonces, el equipo ha sufrido con cada desplazamiento, mostrando una preocupante fragilidad defensiva : nueve partidos consecutivos encajando goles , un dato inasumible para un club de su exigencia.
El empate de ayer en el Estadio Jan Breydel frente al Brujas fue un reflejo exacto de la situación actual. El Barcelona siempre fue por detrás en el marcador y tuvo que remar a contracorriente para evitar la derrota. Aunque los de Flick lograron empatar hasta en tres ocasiones, el juego estuvo marcado por las desconexiones defensivas y errores en salida de balón que ofrecieron al rival numerosas oportunidades.
Consecuencias en LaLiga y Europa
Este bajón de rendimiento fuera de casa ha tenido consecuencias en la clasificación liguera . El Real Madrid , líder con 30 puntos , se ha distanciado ya en cinco unidades , mientras que equipos como el Villarreal amenazan la segunda posición con sólo dos puntos menos.
Pero el impacto no se limita al campeonato doméstico. En Europa, el empate contra el Brujas , sumado a la derrota contra el PSG en casa, ha complicado el camino del Barça en la Champions League . El próximo partido contra el Chelsea en Stamford Bridge será decisivo: una derrota podría poner en peligro el objetivo de clasificarse entre los ocho mejores de esta primera fase del nuevo formato europeo.
Autocrítica y frustración en el vestuario
Tras el partido, varios jugadores fueron contundentes en sus declaraciones. Eric García fue claro:
“ Tenemos pérdidas de balón en zonas difíciles y eso favorece al rival. No es sólo cosa de la defensa, defendemos y atacamos todos . Son aspectos que tenemos que minimizar ”.
También Frenkie de Jong señaló los problemas estructurales:
“ Somos débiles en la contra , por vigilancias, presión y posicionamiento . Hay que ajustar cosas. Si encajas tres goles es muy difícil ganar ”.
Ambos dejaron entrever que el problema no es de actitud , sino de ejecución táctica , orden defensivo y concentración colectiva , especialmente lejos del calor de su público.
Un reto inmediato en Stamford Bridge
Con el próximo gran reto en el horizonte — el duelo ante el Chelsea el 25 de noviembre —, el Barça necesita recuperar sensaciones fuera de casa. El partido en Londres será mucho más que un encuentro continental: es una oportunidad de redención o una sentencia anticipada para una temporada que, de momento, se mueve entre luces y sombras.

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