A casi un año de haber asegurado un segundo mandato, el presidente Donald Trump vio esta semana emerger claras señales de que la coalición que lo llevó a la victoria en 2024 ha comenzado a resquebrajarse.

Los comicios de este martes en Virginia, Nueva Jersey y otras regiones del país, no solo representaron una contundente victoria para los demócratas, sino también un giro en el comportamiento de los votantes latinos, uno de los pilares del éxito republicano en la pasada elección presidencial.

En 2024, Trump había logrado un avance histórico al obtener el 48 % del voto hispano, según un análisis postelectoral del Pew Research Center. Todo un récord para un candidato republicano moderno.

Ese impulso fue determinante en muchos estados, donde miles de votantes hispanos, desencantados con lo

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