El Ejército de Estados Unidos ha decidido dar un vuelco a sus protocolos de actuación ante la desaparición de un soldado. La nueva directiva, impulsada tras la conmoción generada por varios casos de gran repercusión, busca acelerar drásticamente la respuesta y abandonar la presunción inicial de que el ausente ha desertado voluntariamente. El objetivo es no admite equivocación: tratar cada desaparición como una emergencia potencial desde el primer minuto, un cambio de mentalidad que pretende proteger la vida de sus efectivos.
En concreto, la nueva normativa establece plazos mucho más estrictos para toda la cadena de mando. Los comandantes dispondrán ahora de un margen máximo de tres horas para clasificar a un soldado como «ausente-desconocido» una vez se tenga constancia de su falta. D

LA RAZÓN Internacional

Noticias de España
CLM24 Deporte
ElDiario.es Internacional
El Periódico Extremadura
Diario de Mallorca
Juntaex
ElDiario.es Politica
Levante-EMV
The Daily Beast