Por MARK SCOLFORO

CARLISLE, Pensilvania, EE.UU. (AP) — La Escuela Industrial de Carlisle para Indígenas aún no impartía su primera clase cuando Matavito Horse y Leah Road Traveler fueron llevados allí en octubre de 1879, reclutados para la campaña del gobierno estadounidense que tenía como objetivo borrar a los pueblos indígenas de Estados Unidos al eliminar la identidad de sus hijos.

Unos años después, Matavito, un niño cheyene, y Leah, una niña arapajó, habían muerto.

Los persistentes esfuerzos de sus tribus finalmente los han traído de vuelta a casa. Los pueblos cheyene y arapajó de Oklahoma recibieron a 16 de sus niños —exhumados de un cementerio de Pensilvania— y volvieron a enterrar sus pequeños ataúdes de madera el mes pasado en un cementerio tribal en Concho, Oklahoma. Wallace P

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