Hace exactamente 40 años, entre el 6 y el 7 de noviembre de 1985, el corazón de la justicia colombiana fue consumido por la tragedia. El Palacio de Justicia, símbolo de la ley y la democracia, se convirtió en un campo de batalla en el centro de Bogotá.

El reloj marcaba las once y media de la mañana, del miércoles 6 de noviembre, cuando 35 comandos armados del M-19 irrumpieron en el lugar.

¿Por qué la toma del Palacio de Justicia?

La razón era clara, una declaración de guerra: el M-19 exigía que el entonces presidente, Belisario Betancur, fuera enjuiciado públicamente por la Corte Suprema de Justicia por presuntamente incumplir los acuerdos de paz y por supuestas violaciones a los derechos humanos. El M-19 quería utilizar el Palacio como una tribuna para juzgar al Gobierno.

A pesar de l

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