Científicos detectaron el destello más energético y brillante jamás observado proveniente de un agujero negro supermasivo, causado cuando este coloso cósmico despedazó y devoró una estrella gigante que se acercó demasiado.
El fenómeno, detectado por primera vez en 2018 con una cámara del Observatorio Palomar en California, brilló con una intensidad 10 billones de veces superior a la del Sol, y su resplandor ha ido disminuyendo lentamente desde entonces.
El estudio, publicado en la revista Nature Astronomy, indica que el agujero negro responsable posee una masa de unos 300 millones de soles y se encuentra en una galaxia situada a unos 10 mil millones de años luz de la Tierra, lo que convierte este destello en el más lejano y luminoso observado hasta ahora. Procede de una época en la que e

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