La noche del jueves 6 de noviembre fue caótica en Lima y Callao. Varios incendios simultáneos estallaron en diferentes zonas, generando evacuaciones urgentes y la movilización de numerosas unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú. Las emergencias se reportaron en lugares como Puerto Nuevo, Barrios Altos, La Victoria y Rímac, con algunos focos aún en proceso de control. En el asentamiento humano Puerto Nuevo, un voraz incendio arrasó el pasaje Boquerón, afectando tres viviendas y causando significativas pérdidas materiales, aunque afortunadamente no se registraron víctimas. El siniestro comenzó alrededor de las 2:00 a.m. y rápidamente se propagó, alarmando a los vecinos que intentaron salvar sus pertenencias y ayudar a los bomberos. Las casas, construidas con materiales inflamables, facilitaron la rápida expansión del fuego. Testigos informaron que inicialmente solo dos viviendas estaban en llamas, pero el incendio se extendió a una tercera debido a chispas y cortocircuitos de cables eléctricos expuestos. “Los cables están explotando, los bomberos no dan abasto, necesitamos más unidades”, se escuchó en una transmisión en vivo de un medio local. Los residentes formaron cadenas humanas para llevar baldes de agua, mientras la policía ayudaba en la evacuación y en la retirada de muebles y electrodomésticos. El general Larry Lynch, representante de Defensa Civil, coordinó las labores de apoyo en el lugar. Las compañías de bomberos N.º 1, 15, 34, así como las de La Punta y Unión Chalaca, trabajaron intensamente durante más de una hora para controlar el fuego. “Los hombres de rojo están haciendo todo lo posible, pero necesitamos más cisternas”, se reportó, ya que en un momento los bomberos se quedaron sin agua. Las imágenes del lugar mostraban techos derrumbados y estructuras calcinadas, mientras los residentes observaban con angustia la destrucción de sus hogares. Afortunadamente, las autoridades confirmaron que no hubo heridos ni fallecidos, ni entre los vecinos ni entre los equipos de rescate. “Afortunadamente, todos lograron salir a tiempo. Solo se registran pérdidas materiales”, informaron los bomberos. Durante la emergencia, los pobladores solicitaron la presencia de ENEL para cortar la energía eléctrica, lo que se realizó finalmente, permitiendo a los bomberos trabajar con mayor seguridad. Pasadas las tres de la madrugada, el incendio fue controlado, aunque los bomberos continuaron en el lugar para evitar reactivaciones del fuego. El siniestro dejó tres casas severamente dañadas, incluyendo una pequeña tienda familiar que perdió casi toda su mercadería. Los vecinos elogiaron el esfuerzo conjunto de los bomberos y la comunidad en medio de la crisis.