Después de la dolorosa derrota en el Metropolitano en los despachos del Bernabéu se marcó el Clásico y el partido de Liverpool en rojo. El fiasco en el coliseo rojiblanco sirvió a Florentino Pérez para pasar factura a todos los partidarios de Xabi Alonso que le rodean en las altas esferas del club y que jalean insistentemente las virtudes del Real Madrid que está construyendo el tolosarra. Porque la realidad es que Xabi nunca terminó de ser la primera opción del presidente para suceder a Ancelotti tras su salida. Fue la negativa de Jurgen Klopp a volver a los banquillos la que le hizo resignarse y aceptar la insistencia de quienes le rodeaban en su apuesta por Alonso.
Ni rotaciones, ni presión alta
Pasados estos partidos claves el diagnóstico confirma las sospechas de Florentino sobre

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