La ficción creó a Don Corleone y la realidad mostró el talón de Aquiles del mafioso Al Capone. La debilidad de muchos para terminar en la cárcel fue el fisco, que le probó delitos a quienes eludían su responsabilidad en otros crímenes. Pero en Argentina a veces las historias se desarrollan al revés. Así pasa que ahora, Lázaro Báez, condenado y preso , aún tiene capacidad para que se abran investigaciones en su contra, incluso mientras está en la cárcel. Es que el empresario emblema de la corrupción kirchnerista ahora es observado como principal responsable de una flamante y millonaria maniobra de evasión fiscal .

Es que la DGI -dependencia de ARCA, la ex AFIP- abrió una investigación al descubrir que Báez facturó más de 240 millones de pesos entre 2020 y el corriente año por alquil

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