Los Ángeles (EE.UU.), 7 nov (EFE).- Un cuarto de millón de venezolanos queda expuesto a la deportación desde la medianoche de este viernes cuando se vence el Estatus de Protección Temporal (TPS) que los protege, lo que supone un duro golpe para los migrantes que prefieren quedarse en las sombras a regresar a su país.

“No podemos regresarnos a Venezuela, allá ya no queda nada para nosotros, prefiero quedarme en la clandestinidad”, dice en entrevista telefónica con EFE Oriana, una inmigrante venezolana que no quiere dar su apellido.

La mujer de 38 años, madre de una adolescente de 15 años, cuenta que vivió en Florida por más de cinco años, pero recientemente decidió mudarse y establecerse en otro estado, tras la decisión del Gobierno del presidente Donald Trump de poner fin al amparo a los

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