Este viernes, las plantillas de los Paradores de Castilla-La Mancha volvieron a manifestarse en las puertas de sus centros de trabajo para reclamar una solución a la precariedad laboral que enfrentan desde hace más de cuatro años. Esta protesta se produce tras un largo proceso de reivindicaciones sin respuesta por parte de la alta dirección de la empresa, que, según los sindicatos, se limita a retrasar las negociaciones y eludir su responsabilidad.

La situación es especialmente grave en los centros ubicados en Molina de Aragón, Sigüenza, Cuenca, Alarcón, Almagro, Manzanares, Albacete, Toledo y Oropesa, donde los empleados denuncian condiciones laborales insostenibles. Entre sus quejas se encuentran los salarios bajos, la falta de conciliación familiar debido a horarios rotativos y turnos

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