La noche en Vallecas parecía destinada a ser recordada como una de esas gestas que se cuentan durante años. El Rayo Vallecano, empujado por su gente, firmó una remontada épica ante el Lech Poznan (3-2) en un partido de Conference League que lo tenía todo: tensión, sufrimiento y un final apoteósico. Sin embargo, el éxtasis duró poco. La alegría quedó ensombrecida por una escena inesperada y desconcertante: la bronca entre Iván Balliu e Íñigo Pérez.

El choque entre el defensa y el entrenador no fue un simple cruce de palabras. Fue algo mayor, lo suficiente como para que, tras el pitido final, Íñigo Pérez decidiera abandonar el estadio sin pasar por la rueda de prensa y sin atender a ninguna televisión. Un silencio que sonó demasiado fuerte.

"Si no sales a rueda de prensa, alimentas la bol

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