Una investigación de la agencia Reuters reveló que el gobierno de Estados Unidos autorizó en 2023 la venta de rifles de francotirador de alta precisión a la unidad de élite de la policía militar de Río de Janeiro, el BOPE, conocida por su historial letal.

La aprobación se dio a pesar de las objeciones de diplomáticos estadounidenses, incluida la entonces embajadora Elizabeth Bagley, quienes alertaron sobre el riesgo de que estas armas fueran utilizadas en ejecuciones extrajudiciales.

El acuerdo, no anunciado públicamente, permitió la compra de 20 rifles fabricados por Daniel Defense LLC, con sede en Georgia. BOPE también adquirió silenciadores de la empresa Griffin Armament, aunque su envío fue inicialmente bloqueado. Los rifles llegaron a Brasil en 2024, en medio de un debate interno en

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