Poco a poco, a medida que levantas tu mural, hay otras cosas que se van construyendo: las personas que te rodean son colegas primero, conocidos a los dos días, y amigos del alma después”, escribía Amaia Arrazola el pasado septiembre en el que ha sido su último post de Instagram. Lo acompañan fotos de su participación en el Colors Urban de Estrasburgo, donde ahora hay un mural suyo, como los hay en Japón, Milán, Timisoara, Rabat, Madrid, Pamplona, o el barrio de Gràcia, su casa.

Nacida en Vitoria en 1984, de pequeña le encantaba dibujar, pero paró porque le dijeron que era cosa de niños. Estudió Publicidad en la Complutense de Madrid, y dejaría su puesto de directora de arte júnior en la agencia McCann Erickson para estudiar un máster de diseño en la Elisava de Barcelona. Pensaba que estar

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