A 40 años de la devastadora erupción del Nevado del Ruiz, que sepultó a Armero y cobró la vida de más de 23.000 personas, Colombia sigue sin contar con los recursos ni la preparación adecuada para responder a una catástrofe de magnitud similar. Así lo advirtió el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), Carlos Carrillo , revelando un panorama financiero y político preocupante.

Aunque el país ha logrado avances significativos en el monitoreo volcánico —gracias al robusto sistema coordinado por el Servicio Geológico Colombiano— y en la consolidación de un Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, estos logros técnicos no se traducen en una capacidad de respuesta efectiva.

La principal alerta de Carrillo se centra en la falta de recursos económicos

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