El Gran Recapte, la campaña solidaria que hace 17 años abanderaron los bancos de los alimentos de Catalunya, en plena crisis económica, a fin de que familias en situación de pobreza pudieran acceder a productos de primera necesidad, ha cerrado la edición de este año con un “ligero descenso” de las aportaciones ciudadanas respecto del año pasado. No obstante, pocas horas antes de finalizar la recogida, se había superado la no despreciable cifra de un millón de kilos de alimentos donados, alrededor de mil toneladas, en toda Catalunya.

Los cerca de 16.000 voluntarios que se han repartido entre el viernes y ayer por los más de 2.000 puntos de recogida de alimentos de toda Catalunya, entre mercados y supermercados, intentando arrancar gestos de solidaridad de los clientes, en forma de donacion

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