El femicidio de Nair Mostafá, ocurrido el 1 de enero de 1990, dejó una huella imborrable en Tres Arroyos. Nair, una niña de nueve años, fue hallada violada y estrangulada con el cordón de su mochila, un regalo de Papá Noel. Más de tres décadas después, su madre, Liliana Fuentes, sigue lidiando con el dolor y la soledad que dejó esta tragedia.
Liliana, quien se separó del padre de Nair tras el crimen, ha enfrentado una vida llena de desamparo. "Jamás recibió una respuesta del Estado frente a tamaña aberración. Fue un desastre toda la investigación y jamás recibió ayuda de ningún tipo", afirmó Glenda Nogareda, abogada de Liliana.
Ahora, Liliana se encuentra en una nueva encrucijada: la imposibilidad de vender el único departamento que le queda. Este inmueble, que donó a la mejor amiga de Nair y a la hija de una amiga, se ha convertido en el centro de una batalla judicial que amenaza su estabilidad económica y emocional.
Después del crimen, Liliana se mudó a Buenos Aires en busca de una nueva vida. Sin embargo, con el aumento del costo de vida y ya jubilada, se le ha dificultado afrontar sus gastos. Intentó revertir la donación del departamento para poder venderlo y obtener dinero.
"La única posesión de Liliana era este departamento. Terminó tratando de resguardar su único bien en dos personas", explicó Nogareda. La situación se complicó cuando Paulina Gómez, la hija de su amiga, comenzó a poner obstáculos para la venta. "Nunca tuvo relación con Liliana. Hicimos una mediación y Paulina le exige que le dé 25 mil dólares a modo de reparación", denunció la abogada.
Liliana, quien ha intentado proteger lo poco que le queda, se siente traicionada. "Es una fiscal de la Nación y se mete con una jubilada, es un desquicio", expresó. Por su parte, Florencia Elichiry, la mejor amiga de Nair, ha estado apoyando a Liliana en su difícil situación.
La Justicia archivó la causa del crimen de Nair en 2005, sin acusados ni condenados. Para Liliana, hablar de su hija es abrir una herida que nunca sana. "La madre de Paulina era amiga mía desde hacía más de 40 años. Como ya era grande, se lo dejé a ella. Lo hice porque no tengo herederos, la única heredera era Nair", explicó.
La abogada Nogareda también mencionó que, en el contexto de una donación, la "indignidad" puede ser una causa legal para revocar la concesión. "Liliana está en una situación muy vulnerable, no solamente psicológicamente, sino en su subsistencia diaria", enfatizó.
Paulina Gómez, consultada sobre la situación, se despegó de las acusaciones y aseguró que está en conversaciones con Liliana para revertir la donación. "No se trata de una situación típica, pues resulta un hecho excepcional la solicitud de una donación", afirmó.
El femicidio de Nair Mostafá sigue siendo un recordatorio de la impunidad y el sufrimiento que enfrentan las víctimas y sus familias. La lucha de Liliana por recuperar su departamento es solo una parte de una historia marcada por la tragedia y la injusticia.

Noticias de Argentina

AlterNet
CNN