La reciente configuración política de la Argentina confirma lo que Luis Karamaneff e Iván Jacobsohn, doctores en Ciencia Política, definen como un “ archipiélago de gobernabilidad condicionada ”, en el que la Nación depende cada vez más de las negociaciones con provincias que construyeron su propio andamiaje institucional y económico.

Neuquén aparece como un caso paradigmático: un territorio que, al amparo de la renta hidrocarburífera, desarrolló autonomía política y financiera .

El provincialismo neuquino, sintetizado en la alianza La Neuquinidad, que conduce Rolando Figueroa, representa una expresión concreta de l os “múltiples centros de pode r” descriptos por los autores citados.

Mientras el ciclo electoral de 2023 arrasó con gran parte de los partidos locales frente al empuje

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