Es en los despachos donde se privatiza la gestión de hospitales, se recorta en radiólogos y sanitarios y se decide no informar a las mujeres con pruebas dudosas

El cáncer es una enfermedad invisible. La mayoría de las veces no la ves, ni siquiera la sientes, hasta que un médico te señala las marcas imperceptibles en la imagen en blanco y negro de una pantalla que prueba que estás enferma. Entonces te miras al pecho, incrédula, sin entender muy bien qué está pasando ahí dentro, por qué te has convertido de un momento a otro en portadora de esa otra ciudadanía más cara de la que hablaba Susan Sontag y en paciente de una enfermedad que tendrás que empezar a pronunciar en primera persona e intentar que los de tu alrededor aprendan a escuchar dicha de tu boca sin revolverse. Las metáforas que

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