En este país los cambios y las desapariciones de costumbres ha sido voluminosos para quien como yo ha vivido 80 años. Hemos dejado perder o cambiar desde las costumbres hasta los valores morales. Por tanto, hemos perdido el sentido de patria.

Nadie se pone de pie al oír el Himno Nacional y mucho menos que se quitan la gorra para escucharle o cantarle. El día de difuntos de este año los cementerios, pese a que cayó domingo, estaban vacíos y como las flores que se ponen sobre las tumbas ya son muy pocas las naturales, las plásticas les garantizan a los muertos que en sus tumbas no hay ni flores marchitas ni agua podrida y por ende que las visitas han ido mermando porque ni las flores se cambian.

En Colombia hemos vivido una profunda revolución y no hemos querido admitirlo. Fueron la Revolu

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