Eso fue lo que le sucedió al periodista Claudio Fariña, cuando despachó desde Santiago el almuerzo de los magallánicos residentes en la capital, en apoyo a las Jornadas. Muy en su estilo despeinado, Fariña hizo un recorrido para saludar a los conspicuos comensales, pero al llegar a una mesa, el ambiente festivo cambió.

Fariña: “Acá está el hermano del Pulga Mimica…”, anunció, y de inmediato se escuchó un seco: “No, no me presentís así”.

“¿Y cómo te tengo que presentar?”, replicó el periodista, al tiempo que intentaba abrazar a su molesto interlocutor, quien le respondió:

“Yo me llamo Guillermo Mimica, hueón. Me merezco, me merezco llamarme Guillermo Mimica”.

Ahí Fariña se dio cuenta de que había metido la pata y sugirió: “Oye, vamos a cantar con el Chepo Sepúlveda, ¿les parece?”, y se

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