Así como se dice que en todas partes del mundo siempre hay un chileno, en Punta Arenas tenía que haber un coquimbano de corazón que saliera a festejar la tan merecida primera estrella de su equipo. Esto ocurrió el domingo pasado, y el orgulloso “pirata” corría de un lado a otro con su bandera. Y no es para menos, si los aurinegros batieron todos los récords al coronarse campeones con 65 puntos, y cuatro fechas antes del término del torneo.

Muchísimo antes habían conseguido este mismo logro Palestino (1955) y Universidad Católica (1987).

El hombre de la bandera, en la plaza Muñoz Gamero de Punta Arenas, coreaba feliz la canción de los Viking’s 5: “De Coquimbo soy, y vengo cantando…”.

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