El cierre del Gobierno federal en Estados Unidos ya tiene un impacto directo en uno de los sectores más sensibles para millones de ciudadanos: el transporte aéreo. A medida que la crisis presupuestaria entra en su sexta semana, más de 1,700 vuelos fueron cancelados hasta este domingo, y las demoras superan en algunos aeropuertos las cuatro horas, según datos de FlightAware y la Administración Federal de Aviación (FAA) .

El secretario de Transporte, Sean Duffy, reconoció que los viajes aéreos podrían “reducirse al mínimo” en los días previos al feriado de Acción de Gracias, una de las temporadas más intensas del año para la aviación comercial. “Muchos estadounidenses no podrán regresar a casa para las fiestas si el Gobierno no vuelve a abrir”, advirtió en una entrevista con CNN.

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