Soy estudiante universitario y utilizo inteligencia artificial a diario para estudiar, escribir y organizar mis trabajos. Sin embargo, entre tantas herramientas y automatismos, empecé a pensar qué capacidad tiene la IA de leer y comprender. Cómo procesa la información y realmente cuánto la entiende.
Esa reflexión me surgió mientras veía The Twilight Zone, esa serie creada por Rod Serling en 1959 que usaba la ciencia ficción para reflexionar sobre el ser humano. Un episodio parece hecho para nuestro tiempo, Time Enough at Last. En él, Henry Bemis, un empleado de banco, está obsesionado con la lectura y es reprendido por leer en horas de trabajo y ridiculizado por su esposa por preferir los libros a las reuniones sociales. Su adicción llega a puntos donde se esconde libros para leerlos en s

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