El escudo de España esconde un pequeño detalle que pasa completamente desapercibido: una fruta que le acompaña desde hace más de cinco siglos. Su presencia no es casual, sino que simboliza uno de los episodios históricos más relevantes en la configuración tanto territorial como política de España tal y como la conocemos. Se trata de la granada, que hace referencia a la  conquista del Reino de Granada en 1492 , considerada por muchos historiadores como el punto final de la Reconquista .

Como ocurre con la mayoría de emblemas europeos, el escudo de España ha experimentado numerosos cambios a lo largo del tiempo. Su composición actual es el resultado de un largo proceso de evolución dinástica, política y territorial que abarca desde los primeros reinos medievales peninsulares hasta la consolidación del Estado moderno.

La fruta que esconde el escudo de España

El escudo integra los principales reinos de la Península Ibérica : Castilla, León, Aragón, Navarra y, por supuesto, el Reino de Granada. Cada uno de ellos aparece representado mediante un símbolo heráldico tradicional: el castillo dorado para Castilla, el león púrpura para León, las barras de Aragón, las cadenas para Navarra y la granada para el reino más meridional.

Mientras que los grandes emblemas de Castilla, León y Aragón ocupan un espacio central y muy visible en el escudo, la granada figura en una posición discreta; su representación muestra un fruto abierto, con semillas visibles, coronado por su característico cáliz floral.

Historia

La presencia de la granada tiene un origen muy preciso. Tras la entrada de los Reyes Católicos en Granada en enero de 1492 y la capitulación del último emir nazarí, Boabdil , el reino pasó a formar parte de la Corona de Castilla. Para simbolizar la unificación territorial bajo una sola monarquía, los Reyes Católicos decidieron añadir el fruto de la granada a su escudo personal.

Además del evidente juego simbólico entre la fruta y el nombre del territorio, la granada era considerada en heráldica un símbolo de fertilidad, abundancia y cohesión . La multitud de granos que alberga esta fruta en su interior, unidos dentro de una misma cáscara, evocaban a la perfección la idea de pluralidad y unidad que los monarcas querían transmitir.

Del águila de San Juan a la simplificación borbónica

A medida que los distintos linajes dinásticos se sucedieron en el trono, se fueron añadiendo nuevos elementos al escudo de España, y eliminando otros.  Con los Reyes Católicos, además de la granada y la combinación de los blasones de Castilla y Aragón , se incorporó el águila de San Juan, que servía como soporte heráldico.

Durante el reinado de los Habsburgo (siglos XVI y XVII) , el escudo se hizo más complejo, a los territorios peninsulares se sumaron otros dominios europeos que estaban bajo la autoridad de la Casa de Austria, como Flandes, Borgoña o el Sacro Imperio Romano Germánico, por lo que el escudo se hizo más complejo. Con la llegada de la Casa de Borbón en el siglo XVIII, los monarcas eliminaron algunos de los elementos más recargados.

El escudo actual

El diseño vigente en la actualidad se hizo oficial en 1981, tras la aprobación de la Constitución de 1978 . El Real Decreto 2964/1981, de 18 de diciembre, por el que se hace público el modelo oficial del Escudo de España (Boletín Oficial del Estado, nº 303, de 19 de diciembre de 1981), establece lo siguiente:

«El Escudo de España es cuartelado y entado en punta. En el primer cuartel, de gules, un castillo de oro, almenado de tres torres, mazonado de sable y aclarado de azur, que es de Castilla; en el segundo, de plata, un león rampante de púrpura, coronado de oro, linguado y uñado de gules, que es de León; en el tercero, de oro, cuatro palos de gules, que es de Aragón; en el cuarto, en campo de gules, una cadena de oro puesta en cruz, aspa y orla, cargada en el centro de una esmeralda en su color, que es de Navarra; entado en punta, de plata, una granada al natural, rajada de gules, tallada y hojada de sinople, que es de Granada.

Sobre el todo, un escusón de azur con tres flores de lis de oro, bordura de gules, que es de la Casa de Borbón. Al timbre, corona real cerrada, que es un círculo de oro engastado de piedras preciosas, compuesto de ocho florones (cinco vistos) de hojas de acanto, intercalados de perlas y de cuyos florones salen sendas diademas sumadas de una esfera del mundo de azur, con el semimeridiano y el ecuador de oro, sumada de una cruz de oro; la corona, forrada de gules».

Finalmente, cabe señalar que la relación entre la fruta y la ciudad de Granada también ha sido objeto de debate. Algunos historiadores apuntan a que la denominación «Granada» podría derivar del latín granatum, que significa «con semillas». Otros, sin embargo, sostienen que su origen es árabe, aunque esta teoría cuenta con menor apoyo académico.