La noche comenzó con dificultades para los Warriors, que no lograban anotar con consistencia pese a dominar en defensa. Tras un arranque prometedor (13-4), el ataque se estancó y permitió que los Pacers, plagados de bajas, se mantuvieran en partido. Al cierre del primer cuarto, los locales apenas ganaban 23-21.

El segundo periodo fue un festival de errores ofensivos. Golden State cuidaba el balón, pero no encontraba el aro. Indiana, sin Tyrese Haliburton, Pascal Siakam ni otros seis jugadores, aprovechó la ineficacia rival para mantenerse cerca. El marcador reflejaba más lucha que calidad.

Todo cambió en el tramo final. Impulsados por su defensa y una racha de aciertos en el último cuarto, los Warriors desataron un vendaval ofensivo que definió el encuentro. La diferencia final de 31 pun

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