Tras 43 días de bloqueo federal , el más prolongado en la historia contemporánea de Estados Unidos, el presidente Donald J. Trump ha firmado en la noche de este miércoles la ley que pone fin al cierre del Gobierno , reactivando la Administración y devolviendo sus sueldos a centenares de miles de funcionarios . El acuerdo, aprobado por el Congreso con 222 votos a favor y 209 en contra , pone pausa temporal a una crisis que ha paralizado servicios básicos y podría costar hasta un 1,5% del PIB de este trimestre.

Un cierre histórico con consecuencias económicas severas

La Oficina Presupuestaria del Congreso advierte que la parálisis provocó un impacto multimillonario, que afectó tanto al tejido económico como a la credibilidad institucional del país. Entre las consecuencias más visibles:

  • 650.000 empleados federales sin salario durante más de un mes.

  • Suspensión de programas alimentarios como SNAP, que benefician a 42 millones de ciudadanos.

  • Colapso del tráfico aéreo con cancelaciones por falta de personal en torres de control y seguridad.

  • Despidos temporales en departamentos clave, ahora revertidos gracias al acuerdo.

El proceso de restauración administrativa y financiera ya ha comenzado, pero se estima que el cobro de sueldos atrasados y la normalización de los servicios tomará semanas.

Acuerdo limitado y nuevo pulso político en el horizonte

El proyecto de ley contempla una solución mixta: financia plenamente algunas agencias hasta finales de 2026 , pero sólo extiende temporalmente otras partidas hasta el 30 de enero , fecha en la que podría desatarse una nueva confrontación si no se alcanza otro pacto.

El ala demócrata aceptó desbloquear los fondos a cambio de:

  • Restitución de los salarios impagados.

  • Reversión de despidos durante el cierre.

Pero también cedió ante la presión republicana, al no conseguir asegurar la prórroga automática de los créditos fiscales del Obamacare , una de sus prioridades sociales. A cambio, Trump se compromete a una votación en diciembre , aunque sin garantías de aprobación.

Trump: “Esta locura del Obamacare debe terminar”

Desde el Despacho Oval, el presidente Trump firmó el documento rodeado de asesores y cámaras , con una declaración tan triunfalista como incendiaria:

«Vamos a pagarle directamente a la gente para que compren su propio seguro médico. Se acabó esta locura del Obamacare. Quiero que sean emprendedores de su salud».

La Casa Blanca ha destacado que el acuerdo ignora todas las "cláusulas venenosas" demócratas y mantiene los ejes fundamentales del plan económico del presidente, como las rebajas fiscales a las rentas más altas , otro de los motivos de fricción durante las negociaciones.

Fuga de votos y división en ambos partidos

La resolución de la crisis no fue unánime. En un movimiento inesperado , ocho senadores y seis congresistas demócratas votaron a favor del acuerdo, desmarcándose de la línea oficial del partido. Algunos lo hicieron por cálculo electoral —con vistas a las legislativas de 2026— y otros por temor a un colapso total de servicios públicos.

Hakeem Jeffries , líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, advirtió:

«O los republicanos extienden los créditos fiscales de salud este año, o el pueblo estadounidense pondrá fin a esta presidencia en noviembre».

Un Congreso fracturado y una Casa Blanca reforzada (por ahora)

Aunque el pacto alivia la presión institucional, no resuelve las causas profundas del enfrentamiento , ni garantiza estabilidad presupuestaria a medio plazo. Las encuestas reflejan desgaste para ambos partidos , aunque los republicanos sufrieron un revés importante en las elecciones locales celebradas el pasado martes , perdiendo alcaldías y gobernaciones clave.

A pesar de ello, Trump sale fortalecido internamente al lograr imponer su agenda económica y reactivar el funcionamiento del Ejecutivo sin ceder en aspectos fundamentales.