Tener plantas en casa es mucho más que una cuestión de decoración. Además de llenar los espacios de vida y color, distintas investigaciones han demostrado que convivir con plantas puede mejorar la salud física, reducir el estrés y elevar el bienestar general. La naturaleza, incluso en pequeñas dosis, tiene un efecto calmante que el cuerpo y la mente agradecen.

Aire más limpio, mente más clara

Las plantas absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno, pero también filtran sustancias contaminantes presentes en el aire. Según estudios realizados por agencias ambientales y universidades, especies como el potus, la palmera areca y la lengua de suegra ayudan a eliminar toxinas comunes en interiores, como el formaldehído y el benceno.

Respirar aire más limpio favorece la concentración, reduce

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