El pasado 12 de julio, Alcides Salgado por poco le da el último abrazo a su hija Bety. Ella había salido de su casa con dos amigas, en la madrugada de ese sábado, rumbo a un punto desolado del puerto de Necoclí, pero Alcides había estado muy alerta porque presentía algo.

Ya se había movido meses atrás al casco urbano del municipio del golfo de Urabá, en Antioquia, tras las advertencias de los hombres de 'Gonzalito' que, como ocurrió con sus padres en 1997, salieron desplazados y huyendo del azote paramilitar de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU).

La tierra que le costó tanto recuperar regresó a los mismos armados ilegales que ahora tienen otro nombre, pero al final de cuentas, son los mismos: el clan del Golfo.

Su hija Bety fue citada por los hombres de José Gonzalo S

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