En medio de la crisis actual, marcada por los constantes intentos de desaparecer a la prensa crítica, La República se mantiene en pie gracias a la resiliencia de sus periodistas. Son ellos quienes, en sus reportajes diarios, vivifican el objetivo fundante del diario: que este sea, en cada edición, la voz de los sin voz. Esa consigna, lejos de diluirse, se ha convertido en el norte que orienta cada investigación, cada denuncia y cada relato que busca iluminar aquello que el poder preferiría mantener en la sombra.

Este proyecto solo fue posible gracias a la visión de su fundador, el ingeniero Gustavo Mohme Llona, quien comprendió que en un ecosistema periodístico dominado por el establishment se necesitaba un contrapeso auténtico. Papá Mohme, como lo recuerdan quienes lo conocieron, creyó q

See Full Page