Empacar para dos semanas en una mochila de mano suena como una misión imposible, pero hay quienes lo logran combinando estrategia, prendas versátiles y trucos de empaque. Viajeros frecuentes, bloggers expertos e incluso diseñadores de equipaje coinciden: con los métodos adecuados, no hace falta facturar maletas .

El secreto está en optimizar cada centímetro del espacio, equilibrar el peso, elegir piezas multitarea y minimizar lo que llamaríamos “comodidades innecesarias”. Ya no se trata de llevar “todo lo que podría necesitar”, sino de anticipar lo esencial y organizarlo con criterio .

Este tipo de equipaje ligero también exige disciplina : ordenar la ropa en cubos, separar lo sucio, usar contenedores pequeños para líquidos y apilar capas.

Los trucos no son magia, pero suman para

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