Los constructores mesoamericanos diseñaban sus ciudades como mapas físicos del mundo invisible. Algunas civilizaciones plasmaron su visión del universo mediante estructuras monumentales, donde el cielo, la tierra y los puntos cardinales se representaban con piedra, orientación solar y materiales simbólicos.

Esta forma de ordenar el mundo en función de creencias astronómicas y cosmogónicas dio lugar a los llamados cosmogramas , espacios que convertían la arquitectura en una encarnación del cosmos y que servían como ejes rituales para las primeras sociedades complejas.

Aguada Fénix revela la magnitud de la cooperación en la construcción maya más antigua conocida

Un equipo internacional de arqueólogos ha identificado en el yacimiento de Aguada Fénix , en el estado mexicano de Tabasco, el mayor y más antiguo monumento conocido de la civilización maya. Según los resultados publicados en Science Advances por Takeshi Inomata y Daniela Triadan, profesores de la Universidad de Arizona, la estructura se construyó entre el 1000 y el 700 a.C. y presenta una fosa cruciforme con ofrendas ceremoniales que demuestran su función cosmológica. La investigación señala que este colosal proyecto fue erigido sin un poder centralizado, a través de la cooperación voluntaria de la población.

La clave del diseño está en su eje principal, que se alinea con la salida del sol el 17 de octubre y el 24 de febrero . Estas fechas marcan un intervalo de 130 días, correspondiente a la mitad del calendario ritual de 260 días usado en Mesoamérica. Esta conexión con el ciclo solar refuerza la idea de que el conjunto monumental representaba el universo según una cosmovisión sagrada.

Los pigmentos y ofrendas hallados confirman el uso ceremonial del lugar como centro cósmico

El descubrimiento se inició en 2017 mediante tecnología lidar, un sistema que utiliza pulsos láser desde el aire para detectar estructuras bajo la vegetación. Este método reveló una plataforma de 1.600 metros de largo por 400 de ancho, rodeada de calzadas, canales y una presa de seis kilómetros, todos alineados con el trazado solar del núcleo ceremonial.

En el punto más alto de la plataforma apareció una fosa en forma de cruz. Al excavarla, los arqueólogos encontraron depósitos de pigmentos minerale s dispuestos según los cuatro puntos cardinales: tierra azul al norte, verde al este, amarilla al sur y rojiza al oeste. Esta es la primera vez que se hallan pigmentos colocados de forma tan precisa , y confirma que el esquema cromático tenía una función ritual concreta en el diseño del lugar.

Junto a los pigmentos, los arqueólogos recuperaron varios objetos de jade depositados en distintas fases. El primero de ellos fue una serie de hachas ceremoniales, seguidas por ornamentos tallados con formas animales como un ave y un cocodrilo, y una figura femenina en posición de parto. El valor simbólico de estas piezas confirma la interpretación ritual del sitio.

La orientación del complejo, combinada con la disposición de pigmentos y artefactos, indica que Aguada Fénix fue concebido como un modelo físico del universo . Esta interpretación concuerda con la práctica mesoamericana de vincular la arquitectura ceremonial con el calendario y el movimiento solar . Su escala, además, iguala o supera a centros posteriores como Tikal o Teotihuacán.

La excavación también reveló una red de caminos elevados y corredores hundidos que organizaban la movilidad dentro del sitio. Estos elementos seguían los mismos ejes que la plataforma principal, lo que sugiere un plan constructivo altamente sofisticado , orientado desde el principio a materializar una visión cosmológica precisa.

La organización del complejo muestra una planificación técnica avanzada sin presencia de élites

Los investigadores sostienen que no hay indicios de estructuras palaciegas, esculturas de élite o tumbas monumentales . En palabras de Inomata, la mayoría de quienes participaron en la obra probablemente lo hicieron de forma voluntaria, motivados por una finalidad común. “ La idea de construir un cosmograma era realmente importante para ellos, y por eso trabajaron juntos ”, afirmó a Science Advances .

Los colores dispuestos según los puntos cardinales y los objetos de jade tallados con formas animales o humanas evidencian que la fosa central servía como eje simbólico entre el cielo y la tierra

Este modelo social contrasta con el de las ciudades clásicas, como Tikal , donde un soberano concentraba el poder y organizaba los trabajos. Aguada Fénix carece de evidencias de monarquía o clases dominantes, lo que apoya la hipótesis de que la organización fue más horizontal y basada en el conocimiento ritual.

La estudiante de doctorado Xanti S. Ceballos Pesina , que participó en las excavaciones, destacó el alcance del proyecto: “Es muy impresionante que en el Periodo Preclásico Medio, personas sin una organización o poder centralizado se unieran para realizar rituales y construir esta construcción masiva”, declaró a Science Advances .

Los datos obtenidos en Aguada Fénix cuestionan las ideas tradicionales sobre la evolución de las civilizaciones mesoamericana s. Lejos de un proceso lineal hacia estructuras complejas, este hallazgo muestra que existió desde el inicio una capacidad de planificación colectiva, basada en creencias conjuntas y una visión del cosmos expresada en tierra compactada y piedra.