Hoy sabemos bien cómo y de qué murió Franco, aunque nos hayan colado alguna trola al respecto. Por ejemplo, parece ser que falleció el día 19, no el 20-N. (La fuente es de máxima solvencia: el médico que le embalsamó). Seguramente su entorno quiso que la fecha coincidiera con la de la muerte de José Antonio, que por cierto fue también la de Buenaventura Durruti.

«Franco murió en la cama», se ha dicho muchas veces, aunque también que «la dictadura murió en la calle» y aún se podría añadir que estaba ya moribunda desde tiempo atrás, al menos desde finales de los años 60, por obra de los cambios económicos, políticos y culturales de la sociedad española. Pero cabe preguntarse si Franco pudo haber muerto de otro modo, teniendo en cuenta el destino más bien lúgubre de otros dictadores del sigl

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