Publicado por Miguel Álvarez Madrid
Creado: 17.11.2025 | 09:37
Actualizado: 17.11.2025 | 09:37
Los siete nietos de Francisco Franco han pasado, en los últimos cincuenta años, de tener palacios y propiedades a centrarse en el negocio del ladrillo, en una estrategia que ha servido para incrementar la fortuna acumulada por el dictador desde el golpe de estado de 1936.
En 1937 Franco recibió su primer regalo inmobiliario: el testamento que le dejaba el Palacio del Canto del Pico (Torrelodones, Madrid); un año después, a finales de 1938, una comisión de personalidades gallegas afines al incipiente régimen le entregaba el Pazo de Meirás (Sada, A Coruña), que utilizó como residencia oficial de verano.
En 1940, el patrimonio del dictador ya superaba los 34 millones de pesetas, y a s

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