La escena ocurre en Hamlet , muy tarde por la noche en las murallas del castillo, al poco tiempo de aparecerse el fantasma del padre del protagonista. Marcelo (un oficial de la guardia del Palacio) le comenta a Horacio (un amigo del príncipe) que “algo está podrido en Dinamarca”. Lo mismo piensan con toda seguridad los refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes que son víctimas de la durísima política de integración de la primera ministra de Dinamarca, la socialdemócrata de Mette Frederiksen . Pero a cada vez más gobiernos europeos su falta de compasión y humanidad les huele a rosas, la fórmula ideal –o la única– para combatir a la extrema derecha.

Es el caso de los laboristas británicos, que acaban de presentar un plan de inmigración inspirado en el modelo danés con el propósito

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